Esta semana he empezado a leer
un libro de Rosa Montero que tenía anotado desde su publicación (Marzo 2013) en mi lista mental de textos
pendientes: La ridícula idea de no volver a verte. Entonces, había transcurrido ya casi un año desde que murió mi amiga
María. Aún así, hasta ahora no había sido capaz de enfrentarme siquiera al título de ese
texto, que tanto me apetecía leer, y mucho menos al golpe brutal de tener que aceptar la idea definitiva de no volver a ver a mi amiga nunca más.
La semana pasada su veloz lomo
blanco se cruzó conmigo cuando buscaba en una estantería un libro para
mi hija. Y lo cogí.
Para mi sorpresa, descubrí que el libro cruza la reflexión personal de la autora
con la biográfica sobre una experiencia similar, la muerte de su marido, vivida
por Marie Curie, la eminente científica. Querida Rosa, creo que hablar con el
relato paralelo de un personaje cruzado ha sido un acierto, también para el
lector; al menos para mí lo está siendo. Además, me estoy encontrando con
numerosas #Coincidencias, cuyo origen está en la
dedicación científica del matrimonio Curie al descubrimiento e investigación
del polonio, el radio y la radioactividad.
El matrimonio
Curie dedicó la mayor parte de su vida a la investigación de estos elementos. Siendo conocedores de los efectos negativos que el radio causaba, por ejemplo,
en los animales, los Curie no tomaron ninguna precaución básica sobre su propia
salud a la hora de manipular y trabajar con el radio o el polonio, algo que les condujo a sufrir muertes prematuras. (También a su hija Ève). Esto es algo que sorprende
mucho a la autora y, presumo, que también al lector, que descubre en el caso narrado
cómo y en qué grado a veces pueden convivir conocimiento científico e ingenuidad.
Cuenta Montero:
“Aunque no lograron el
aislamiento del radio hasta 1902, el descubrimiento del nuevo elemento lo
hicieron mucho antes. En el mismo 1898, al poco de empezar, en sólo unos meses
de furioso trabajo, los Curie hallaron primero el polonio, cuatrocientas veces
más radioactivo que el uranio, y poco después el radio, que, dijeron, era
novecientas veces más radiactivo, aunque en realidad es tres mil veces más
potente” (p. 102)
El descubrimiento sedujo a científicos y comerciantes
y sus aplicaciones pronto pudieron verse concretadas en distintos tipos de
productos: medicinas, cosméticos y otros, defendidos por unos y otros, para
asombro, por ejemplo, de Bernard Show –quien dijo:
“El mundo se ha vuelto
loco con el tema del radio; ha despertado nuestra credulidad exactamente igual
que las apariciones de Luourdes despertaron la credulidad de los católicos” (p.
104)
Pierre y Marie padecieron
las secuelas físicas de la radiación. Recoge Montero:
“Pobres Curie: estaban
siendo peloteados con diagnósticos y tratamientos absurdos, y para peor, como a
veces pasa cuando los doctores ignoran lo que tiene el paciente, estaban
empezando a echarle la culpa al propio enfermo (esto me recuerda lo que sucede
hoy con la sensibilidad química o la fibromialgia) (Añado yo: y con la
electrosensibilidad. Todos nosotros nos hemos sentido así.).”
(Escribe Pierre): “He
sufrido varios ataques nuevos y la menor fatiga los dispara. Me pregunto si
seré capaz de volver a trabajar seriamente en el laboratorio algún día en el
estado en el que ahora me encuentro.” (p.112)
Querida Rosa, ¿no podría ser fibromialgia?
Al final, lo que destapó el caso fue que un
millonario murió y hubo un escándalo. A colación de todo ello, se pregunta la autora:
¿No te inquieta pensar cuál será hoy nuestra
radiactidad autorizada, qué sustancias legales nos estarán matando estúpidamente?
Querida Rosa, además de la intoxicación química
alimentaria diseñada para pobres y clases "medias", la radioactividad autorizada
hoy a escala planetaria es
la contaminación electromagnética, la llamada plaga del s.XXI, que se calcula
que en pocos años afectará al 50% de la población.
Al igual que entonces, hoy estamos completamente ciegos, o más bien cegados, por los múltiples beneficios de todo lo smart, sin reparar en absoluto en los perjuicios asociados, los perjuicios que también hoy nos sobrevienen de forma invisible a través de ondas y campos electromagnéticos.
Al igual que entonces, hoy estamos completamente ciegos, o más bien cegados, por los múltiples beneficios de todo lo smart, sin reparar en absoluto en los perjuicios asociados, los perjuicios que también hoy nos sobrevienen de forma invisible a través de ondas y campos electromagnéticos.
Querida Rosa: los electrosensibles nos enfrentamos todos los días a ridículas ideas: la ridícula idea de no volver a salir, a bailar, a pasear, a ir de compras, a ir a un concierto, a ir a una manifestación, a charlar en un bar, en un museo, la ridícula idea de no poder trabajar, (en nuestra país) la ridícula idea de no encontrar un médico, de tener la culpa por encontrarnos así, la ridícula idea de estar refrendados por toda la literatura científica independiente, pero desatendidos por todas las instituciones políticas y médicas de nuestro país.
Las cosas más ridículas más pequeñas son muchas veces las que mas duelen. Esta semana, en concreto, la ridícula idea de no poder ver a mi hija actuar con su escuela de música, la ridícula idea de dejarla en la puerta, volver corriendo a casa, y regresar a la salida (y ya por eso encontrarme mal).
No sé si los electrosensibles de poca renta tendremos
la suerte de que se produzca un escándalo tras la muerte de algún millonario, o de su hijo (los niños son 5 veces más vulnerables que los adultos) por este tipo de contaminación
antes de que se cumpla ese dato y que ese escándalo tenga fuerza suficiente para modificar las actuales leyes, leyes que están lejísimos de la ingenuidad del matrimonio Curie y
que hoy contravienen numerosos informes y
llamamientos científicos internacionales sobre los perniciosos y peligrosos
efectos que la contaminación electromagnética tiene para la salud de toda la población.
Querida Rosa, con un enorme abrazo, aquí le dejo un #Imprescindible nada ridículo: "el llamamiento de París 2009 (apenas 4')
Muchas gracias por su trabajo.
https://www.youtube.com/watch?v=1i5DYXAURo0
No hay comentarios:
Publicar un comentario