En anteriores posts dimos cuenta del reconocimiento de la Incapacidad por electrosensibilidad
concedida al ingeniero Ricardo de Francisco en el Tribunal Superior de
Justicia de Madrid. Ante las noticias aparecidas en algunos medios de
comunicación a raíz de esta sentencia publicamos el siguiente artículo:
LA ELECTROHIPERSENSIBILIDAD: UNA CONDICIÓN REAL
Numerosos estudios científicos encuentran efectos negativos en la salud consecuencia de las radiaciones de los teléfonos móviles y otros sistemas inalámbricos
Expertos en electrohipersensibilidad constatan que es un síndrome real consecuencia de la exposición electromagnética
El efecto nocebo es descartado por investigadores independientes
Aunque es un trastorno del cual aún se están estudiando los mecanismos biológicos implicados, la electrohipersensibilidad está diagnosticada mediante variables objetivas por especialistas como el Doctor Dominique Belpomme [1] del Instituto ARTAC del Cáncer de París. Los marcadores determinados por Dominique Belpomme –hipoperfusión en el cerebro, apertura de la barrera hematoencefálica, proteínas de stress, antimielina en las neuronas, descenso de melatonina
en orina- tienden a estabilizarse en afectados por EHS después de un
periodo de tres meses de alejamiento de los campos electromagnéticos.
Otras investigaciones como las de Magda Havas [2] y las de Olle Johansson [3] constatan
distintas alteraciones fisiológicas producidas por los campos
electromagnéticos como la variabilidad cardiaca o el número de mastocitos en la piel.
La electrohipersensibilidad
resulta controvertida porque su existencia está cuestionando la
seguridad respecto de las telecomunicaciones inalámbricas. La doctora Mallery Blythe [4] –experta en EHS- considera que el efecto nocebo como causa de la electrohipersensibilidad
está totalmente descartado dado que los síntomas se producen
independientemente del conocimiento de los sujetos de la exposición a
los campos electromagnéticos. En la Declaración de Bruselas [5] de 2015 sobre electrohipersensibilidad y Sensibilidad Química Múltiple expertos de diversos países manifiestan que el efecto nocebo
no es una explicación dado que existen alteraciones fisiológicas
objetivas ante las exposiciones detectables inclusive en animales.
Algunos investigadores afirman que para creer en el carácter real de la electrohipersensibilidad
los afectados deben demostrar que son capaces de reconocer los campos
electromagnéticos. Este requisito es negado por otros investigadores que
consideran que la electrohipersensibilidad
puede producirse independientemente de la capacidad de los sujetos para
detectar los campos electromagnéticos y que los criterios de
diagnóstico deben ser las variables fisiológicas objetivas. Los estudios
de provocación –en los que el sujeto debe distinguir cuando está activa
la fuente electromagnética- han sido planteados como la prueba de la no
existencia de la electrohipersensibilidad.
Las dificultades para diseñar correctamente los estudios de
provocación, -que se deben realizar en condiciones de aislamiento
electromagnético, con suficientes tiempos de descanso entre
exposiciones, a las frecuencias a las que más responde el sujeto- han
posibilitado porcentajes relativamente bajos respecto de la capacidad de
los sujetos electrohipersensibles
para reconocer los CEM-campos electromagnéticos-, pero en absoluto
suficientemente pequeños como para llegar a la conclusión de la no
existencia de la electrohipersensibilidad. Los trabajos de G. James Rubin, citados como referencia para negar la electrosensibilidad, que han sido financiados por la industria de telefonía móvil [6], han recibido duras críticas por el diseño de sus experimentos [7].
De hecho los estudios de provocación cuando se hacen adecuadamente
ofrecen bastante certidumbre respecto de la capacidad de las personas electrohipersensibles para reconocer los CEM, como podemos ver en Rea [8] en el año 91 y en Marino [9] en el 2011.
Respecto
de la influencia en la salud para la población en general nos
encontramos con posturas contradictorias. Mientras que hay autores e
instituciones que defienden la inocuidad de las radiofrecuencias, hay
otros informes y organismos que alegan problemas de salud derivados de
la contaminación electromagnética. La ICNIRP –Comisión Internacional
para la Protección de la Radiación No-Ionizante- afirma que no hay
efectos distintos del calentamiento de los tejidos. Sin embargo la ICEMS
[10] –Comité
para la Seguridad Electromagnética- dice que hay efectos biológicos
perniciosos en los niveles de exposición de las reglamentaciones
actuales. El mayor estudio sobre efectos de los campos electromagnéticos
realizado por el grupo de trabajo BioInitiative [11]con
más de 3500 investigaciones revisadas encuentra múltiples alteraciones
en el funcionamiento biológico, que van desde el sistema nervioso al
inmunológico. Recientemente mas de 200 científicos expertos en bioelectromagnetismo han firmado un llamamiento [12]
a la ONU y la OMS, alertando sobre los peligros del actual nivel de
contaminación electromagnética. A pesar de que hay estudios
epidemiológicos que descartan la relación entre el uso del teléfono
móvil con el cáncer, la IARC [13]
–Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer- de la OMS tras
la reunión de un panel de expertos en 2011 clasificó las
radiofrecuencias en la categoría 2B o posiblemente cancerígena. El
principal investigador mundial en riesgos para la salud de los teléfonos
inalámbricos, el sueco Lennart Hardell,
cuyos trabajos fueron tenidos en cuenta por la IARC para dicha
clasificación solicita una categoría 1A ó conocido causante de cáncer [14].
En
el apartado de las legislaciones en relación a las emisiones de
radiofrecuencias nos encontramos también con una situación de
contradicción. En España y otros países europeos seguimos una
recomendación del Parlamento europeo del año 99 que asume los niveles
fijados por la ICNIRP, cuando hay resoluciones del Parlamento europeo [15][16] del año 2008 y 2009, y una resolución de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa [17] del 2011 que piden descensos significativos del nivel de emisión electromagnético, así como el reconocimiento de la electrohipersensibilidad.
En el tema de la electrohipersensibilidad
y la contaminación electromagnética estamos lejos de poder asistir a un
debate objetivo. Hay importantes intereses económicos en juego que
están influyendo en las investigaciones científicas y en los
posicionamientos de las instituciones responsables de la seguridad
sanitaria. Según algunas revisiones de estudios [18],
en relación a los efectos en la salud de los campos electromagnéticos,
la fuente de financiación es el principal condicionante respecto de los
resultados de las investigaciones. La institución privada de referencia a
la hora de marcar los niveles de las emisiones electromagnéticas, la
ICNIRP, está cuestionada por importantes científicos [19][20]debido a la falta de rigor de sus informes y a la oscuridad en cuanto a su financiación y criterios de nombramiento. Según Yuri Grigoriev,
presidente del RNICNIRP -Comité nacional ruso para la protección de la
radiación no ionizante-, los niveles de la ICNIRP basados en el
calentamiento de los tejidos no protegen a la población ante la
exposición crónica que existe en la actualidad [21]. Hemos de destacar la implicación de la ICNIRP en el Proyecto CEM de la OMS, cuyo primer presidente fue Michael Repacholi
que fue presidente fundador de la ICNIRP y que dejó el cargo tras salir
a la luz que estaba recibiendo financiación ilegal procedente de la
industria de telefonía [22]. En la actualidad la presidente del Proyecto CEM de la OMS es la ingeniero electrónico Emilie Van Deventer, responsable de una cátedra de investigación en Toronto patrocinada por Bell Canada y Nortel.
El Proyecto CEM de la OMS tiene como integrantes prácticamente en su
totalidad a científicos financiados por las compañías de telefonía que
niegan los riesgos para la salud de las tecnologías inalámbricas[23]. Según David Mercer [24] de la Universidad de Wollongong
el Proyecto CEM de la OMS, financiado hasta en un 50% por la industria
de telecomunicaciones adopta un modelo a medida de la ciencia para dejar
fuera las investigaciones que encuentran efectos en la salud y
despliega un discurso ideológico de legitimación de las tecnologías
acorde a los intereses de la industria. En 2013, el panel de expertos
del SCENIRH -Comité de riesgos emergentes y recientemente identificados-,
emitió un informe negando los peligros de la contaminación
electromagnética que fue denunciado [25] por
la falta de formación y los conflictos de intereses de sus miembros. De
los catorce integrantes sólo dos contaban con formación específica y
sólo otros dos no tenían conflicto de interés. En Febrero de 2015 el
Comité Económico y Social Europeo aprobó de manera irregular un dictamen
sobre electrohipersensibilidad
en contra de la propuesta elaborada por el grupo de trabajo y aprobada
por la sección correspondiente, proceso que actualmente está siendo
investigado por la defensora del pueblo europeo [26] por los conflictos de interés del miembro que lo presentó.
Un número significativo de expertos en bioelectromagnetismo
está mostrando su preocupación ante el actual aumento de la exposición
electromagnética. Instituciones públicas como el Parlamento europeo y la
Agencia Europea de Medioambiente [27] han expresado la necesidad de dar cobertura a las personas electrohipersensibles.
Países como Suecia ya la han reconocido. Tribunales en países como
Francia y España están dando la razón en sus demandas a las personas
afectadas. ¿Cuánto van a tener que seguir sufriendo los electrosensibles hasta que la sociedad decida hacerse cargo de su situación y tomar conciencia de un problema de salud que afecta a todos?
Carlos Álvarez
Notas
1-
Reliable disease biomarkers characterizing and identifying
electrohypersensitivity and multiple chemical sensitivity as two
etiopathogenic aspects of a unique pathological disorder. Dominique
Belpomme, Christine Campagnac and Philippe Irigaray. Reviews on
Enviromental Health. 2015.
2-
Radiation fron wireless technology affects the blood, the heart and the
and the autonomic nervous system. Magda Havas. Reviews on Environmental
Health. 2013.
http://wirelessrighttoknow.com/wp-content/uploads/2011/12/Havas2013.pdf
3- Electrosensbilidad: Conocimiento actualizado de una discapacidad funcional. Olle johansson. Electromagnetic Biology and Medicine. 2006
4- Electromagnetic Hipersensitivity. A summary by Erica Mallery-Blythe. 2014.
http://www.iemfa.org/wp-content/pdf/Mallery-Blythe-v1-EESC.pdf
5- Declaración científica Internacional de Bruselas sobre Electrohipersensibilidad y Sensibilidad Química Múltiple. 2015.
6- Mobile Telecommunications and Health Research –MTHR-.
http://www.mthr.org.uk/research_projects/Peer-reviewedpapers.htm
7- James Rubin´s very dubious provocation studies. EMFacts. 2013.
http://www.emfacts.com/2013/02/james-rubins-very-dubious-provocation-studies/
8- Electromagnetic Field Sensitivity. William Rea. Environmental Health Center, Dallas. 1991.
http://www.aehf.com/articles/em_sensitive.html
9- Electromagnetic hipersensitivity: evidence por a novel neurological syndrome. McCarty DE, Carrubba S, Chesson AL, Frilot C, Gonzalez-Toledo E, Marino AA. Internacional Journal of Neuroscience. 2011
http://www.next-up.org/pdf/Electromagnetic_Hypersensitivity_Evidence_For_A_Novel_Neurological_Syndrome_McCarty_Marino_July_2011.pdf
10- Resolución de Benevento. Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética –ICEMS-. 2006.
11- BioInitiative 2012. Resumen para el público.
12-
Llamamiento internacional: Los Científicos piden Protección frente a la
Exposición a los Campos Electromagnéticos No Ionizantes . EMFscientist.org. 2015.
13-
La IARC clasifica a los campos electromagnéticos de radiofrecuencias
como posiblemente cancerígenos en los seres humanos. Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer. OMS. 2011.
http://www.peccem.org/DocumentacionDescarga/Legislacion/IARC.WHO_31.05.11_cast.pdf
14- Lennart Hardell Setter to WHO regarding brain tumor risk associated with exposure to radiofrecuency fields. 2015.
http://www.stopumts.nl/doc.php/Artikelen/9390/hardell_letter_to_who_regarding_brain_tumour_risk_associated_with_exposure_to_radiofrequency_fields
15-
Resolución del Parlamento europeo sobre la Revisión intermedia del Plan
de Acción Europeo sobre Medioambiente y Salud 2004-2010. 2008
16- Resolución del Parlamento europeo “Campos electromagnéticos: Consideraciones sanitarias”. 2009.
17- Resolución
1815 de la Asamblea Parlamentaria Consejo de Europa, “Peligros
potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el
medioambiente”. 2011.
18-
Source of Founding and Results of Health Effects of Mobile Phone Use:
Systematic Review of Experimental Studies. Anke Huss, Matthias Egger,
Kerstin Hug, Karin Huwiler-Müntener and Martin Röösli. Enviromental
Health Perspectives. 2007.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1797826/
19- How Industry and Politics Has Been Dealing with the Radiation Protection of People. Franz Adlkofer. 2014.
20-
Icnirp guideline critique, Criticism of the proposal to adopt the
Icnirp guidelines for cellsites in New Zealand. Neil Cherry. 1999.
https://www.salzburg.gv.at/gesundheit_/Documents/icnirp-kritik1.pdf
21- Electromagnetic Fields and the Public: EMF Standards and Estimation of Risk. Yury Grigoriev. Earth and Environmental Science. 2003.
http://iopscience.iop.org/article/10.1088/1755-1315/10/1/012003/pdf;jsessionid=C63BA1C3F7805969C540FBEE20991F30.c1.iopscience.cld.iop.org
22- Microwave News Respons to Michael Repacholi . 2006.
http://www.microwavenews.com/docs/MWN.11(9)-06.pdf
23- Lista de participantes y conflicto de interés de la conferencia CEM y salud organizada por la Comisión europea en Bruselas en 2011. Electromagnetichealth.org.
http://electromagnetichealth.org/wp-content/uploads/2011/11/Brussels_2011_EMF_Conference_-_CONFLICTS_OF_INTEREST.pdf
24
- The WHO EMF Proyect: Legitimating the Imaginary of Global
Harmonization of EMF Safety Standarts. David Mercer. Engagin Science,
Technology, and Society. 2016.
http://estsjournal.org/article/download/41/33
25- Scenihr:
Garantizar la transparencia, la imparcialidad, y la pluralidad de las
evaluaciones de los expertos. PECCEM. Carta al Director de Salud Pública
de la Comisión Europea. 2014.
26-
Carta de la Defensora del Pueblo Europeo a EQSDS –Electro y Químico
Sensibles por el Derecho a la Salud- admitiendo la queja en contra del
proceso de Dictamen de Electrosensibilidad en el CESE por los conflictos de interés.
27- Ponencia de Jacquie McGlade, directora de la AEMA. Conference on Cell Phones and Health, Science, and Public Policy Questions. 2009.
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