lunes, 25 de mayo de 2015

La libertad como desconexión

En la era de las redes y las conexiones, de los links y la instantaneidad comunicativa, la peor tragedia cotidiana es tener que escuchar que el teléfono marcado está desconectado o fuera de cobertura, que alguien tarde demasiado (es decir, dos días) en contestar un correo electrónico. Y la pérdida de conexión equivale a la muerte comunicativa, donde uno queda al margen de las oportunidades vitales. Si el fallo o la lentitud en la conexión los experimentamos como un verdadero drama es porque la comunicación inmediata forma parte de las posibilidades que damos por supuestas en una sociedad de la instantaneidad interactiva.

El éxito de la metáfora de la Red para describir la sociedad contemporánea se debe a la omnipresente realidad de la conexión. La conectividad es vista como un multiplicador de las actividades y de las oportunidades. El estado de conexión permanente se ha convertido en nuestra normalidad cotidiana. La obligación de estar conectado vale para todos los ámbitos de la sociedad: para el cultivo de la amistad, para la comunicación en la familia, para las organizaciones, la ciencia o los movimientos antiglobalización, para los niños a los que en una edad muy temprana pertrechamos con un móvil.
No llevamos bien la desconexión porque sentimos que nos estamos perdiendo algo

La conectividad es tanto un imperativo técnico como moral. Se trata de estar siempre integrado, disponible, accesible. No llevamos bien la desconexión porque estamos psicológicamente configurados con la sensación de que nos estamos perdiendo algo, sin argumentos para frenar la multiplicación de los contactos y apremiados por la exigencia de rendimiento continuo. No estar al alcance de los demás o resistirse a ciertas redes es toda una rareza. La conexión ha sido la clave de las oportunidades personales y la fuente de la riqueza para las naciones. La desigualdad digital se ha planteado como un problema de desigualdad en el acceso y no tanto a la capacidad efectiva de hacer algo con tales tecnologías.

Ahora bien, en menos de veinte años hemos pasado del placer de la conexión a un deseo latente de desconexión (Francis Jaureguiberry). Del mismo modo que el ocio y la pereza fueron reivindicados en la era del trabajo o el decrecimiento en medio del éxtasis del crecimiento y la aceleración, han ido apareciendo en los últimos años diversos elogios de la desconexión. Las reivindicaciones de un derecho a desconectar se han venido sucediendo a medida en que eran más visibles los inconvenientes y las patologías de la hiperconectividad. Aumentan los diagnósticos que hablan de una verdadera dependencia provocada por el exceso de interpelaciones y la sobredosis comunicativa.

¿A qué se debe este malestar que surge allí donde hasta hace poco celebrábamos una verdadera orgía del contacto y la accesibilidad? De entrada, al hecho de que el imperativo de la conectividad es una forma de poder, una imposición que exige de nosotros disponibilidad continua. El hecho de no responder inmediatamente al teléfono, por poner un ejemplo cotidiano, es algo que ahora debemos justificar. El imperativo de la inmediatez comunicativa se ha convertido en una estrategia de abreviación de los plazos y generación de la simultaneidad, lo que incrementa la aceleración general y la cantidad de cosas que podemos (y debemos) hacer. Pensemos en el teletrabajo, que en pocos años ha pasado de ser una liberación a experimentarse como una maldición. Donde rige la teledisponibilidad permanente, la urgencia se contagia hasta el espacio privado, que ya no resulta protegido por la distancia física.

Existen aplicaciones que bloquean las redes sociales cuando uno quiere no ser interrumpido
El exceso de conectividad se vive subjetivamente como una carga porque el impulso de comunicar y expresar nos está situando fuera de todo autocontrol subjetivo. Seguramente hemos traspasado ya el umbral a partir del cual el networking se convierte en overlinking, la complejidad resulta irreductible y la sensación más habitual es la de estar desbordado. Todo ello ha llegado a provocar una náusea telecomunicativa, una fatiga tecnológica que se traduce en un deseo de desconexión, aunque sea parcial.

Cada vez hay más problemas que tienen que ver con el exceso de conectividad: las decisiones se complican cuando intervienen demasiadas personas e instancias; donde esperábamos una crowd intelligence tenemos más bien una conducta adaptativa que dificulta la creatividad personal; hay conexiones siniestras que están en el origen de cierta corrupción (entre los poderes políticos, económicos y mediáticos) y que solo se resuelven desacoplándolos; experimentamos el agotamiento que supone no tener espacios libres de conexión o la obligación de estar siempre localizables... La idea de "enredarse" tiene cada vez más connotaciones negativas, que aluden a la pérdida de tiempo, a quedar entrampado, a una omisión de lo verdaderamente importante.

Frente a este malestar, aumentan las estrategias de desconexión. En primer lugar, las de tipo personal, en la gestión de la propia conectividad. El objetivo sería preservar el propio ritmo en un mundo que empuja hacia la aceleración y a defenderse de un ambiente telecomunicacional intrusivo. Algunos reivindican el derecho a hacer una pausa, a no atender todo lo que nos solicita. Aquí cabe mencionar toda una serie de prácticas de desconexión voluntaria que permiten la desintoxicación informativa, como gestionar la atención y reducir el número de las informaciones a las que se hace caso, o modos de rehusar la comunicación continua, como desconectar el teléfono o el correo electrónico mientras se trabaja. Como decía Deleuze se trataría de "crear vacíos de comunicación, interruptores, para escapar al control". La espera, el aislamiento y el silencio, que habían sido entendidos como una pobreza a la que había que combatir, pasan a ser opciones positivas que permiten construir la autonomía personal.

La ciudad nos enseña prácticas de indiferencia social útiles para civilizar el espacio digital
En Francia ha habido recientemente un debate en el que se ponía en cuestión que estar conectado veinticuatro horas fuera bueno para los trabajadores; hay empresas californianas que envían a sus empleados a estancias para curar su exceso de conectividad; se da el caso también de empresas que han prohibido todo correo profesional a partir de cierta hora y durante los fines de semana. Me da la impresión de que estar desconectado es algo que va poco a poco perdiendo algunas de sus connotaciones negativas, que ya no designa una deficiencia comunicativa sino una práctica voluntaria que puede ser beneficiosa. Tal vez ilustre este cambio de valores el hecho cotidiano de que las vacaciones se hayan convertido para muchos en algo que ponemos bajo la metáfora del "desconectar".

Las estrategias para desconectar pueden agruparse en las de tipo temporal o espacial, según sea la dimensión en que se realizan. Las desconexiones temporales tienen que ver con la recuperación de un tiempo propio en el que el individuo pueda encontrar sus propios ritmos, el sentido de la duración y de la espera, de la reflexión y la atención. Se basan en el descubrimiento, tras décadas de sumisión a la prisa, de que los tiempos propios (de la reflexión, la distancia y la maduración) son fundamentales para construirse a sí mismo como sujeto. A veces basta con adquirir hábitos elementales como no contestar inmediatamente o ralentizar el trabajo. Desconectar, en este sentido, no tiene por qué significar salirse del tiempo sino encontrar el propio ritmo y no dejarse imponer unas aceleraciones que son discriminatorias, que no se corresponden con el tiempo que nos caracteriza íntimamente o con el propio de nuestro modo de trabajar (como las exigencias de rentabilidad a los saberes humanísticos, por ejemplo, o un criterio de innovación tomado de las ciencias naturales).

Las estrategias de desconexión espacial consisten en un placer inédito para nuestros antepasados: "La felicidad de estar ilocalizable" (Miriam Meckel). Se trata de salir de un ámbito en el que rige el ideal —que termina convirtiéndose en obligación— de transparencia o de reivindicar el derecho a no estar geolocalizable, interrumpiendo dicha función en nuestros móviles y ordenadores.
Hay empresas californianas que envían a sus empleados a  curar su exceso de conectividad
De hecho, nuestros dispositivos desarrollan cada vez más estas posibilidades de desconexión. Del mismo modo que los coches tienen la posibilidad de desconectar el sistema de conducción asistida o los fusibles saltan en nuestras casas cuando la intensidad eléctrica es excesiva, ya existen aplicaciones que bloquean la tentación de las redes sociales como AntiSocial, Afirewall o SelfControl cuando uno quiere no ser interrumpido y pretende aislarse para trabajar durante un tiempo. Igualmente hay filtros cada vez más sofisticados para proteger a los niños en el espacio abierto de Internet. Cabe mencionar en este sentido, como un movimiento contrario al frenesí expresivo de las redes sociales, movimientos como Anonymous, que reflejan el deseo de despersonalizar ciertas intervenciones en la Red. O pensemos, sin ánimo de hacer la lista exhaustiva, en el hecho de que la seguridad de las comunicaciones tiene que ver con soluciones que dificultan la accesibilidad a cualquiera, es decir, con estrategias para limitar la conectividad.

¿Cómo equilibrar las ventajas de estar conectado con la libertad de no estarlo siempre ni absolutamente? Propongo pensarlo mediante una analogía con la ciudad y plantearnos como objetivo urbanizar el espacio digital. Los grandes teóricos de la vida urbana (como Simmel, Bahrdt o Goffman), a contracorriente del tópico que exaltaba la cercanía y autenticidad de los pequeños enclaves comunitarios, subrayaron el anonimato que hacían posible las grandes ciudades, la libertad frente al control, la indiferencia generalizada, una cierta desatención, esa combinación de relaciones y privacidad, donde uno puede decidir qué aspecto de la propia personalidad desvela u oculta a los demás. El sociólogo alemán Georg Simmel dijo algo acerca de la ciudad moderna que podría sernos muy útil a la hora de pensar el tipo de interacción que debemos construir con las redes sociales. Llamó la atención sobre el hecho de que las ciudades son formas "débiles" de comunidad y comunicación, en las que es posible una cierta indiferencia frente a las múltiples ofertas de interacción. A diferencia de lo que ocurre en el mundo rural, en ellas no es obligatorio saludar a todo el mundo, ni comprar a todos los que nos ofrecen algo, ni considerar como un desprecio que no se fijen en nosotros. En la ciudad es posible ignorar a otros y disfrutar la libertad del ser ignorado por otros, el derecho a la no intromisión, a no ser juzgado.

La ciudad nos enseña muchas prácticas de indiferencia social que pueden ser de gran utilidad para civilizar el espacio digital. La experiencia de la distancia urbana podría ser un modelo para pensar de qué modo disfrutar de las posibilidades de interacción que nos ofrecen las TICs sin renunciar a las diversas formas de libertad que sólo pueden disfrutarse mediante una práctica de desconexión.
En un mundo en el que la inmediatez y la vecindad son lo habitual, resulta imperativo recuperar el sentido de la distancia como algo que uno debe procurarse para ralentizar el ritmo de la comunicación y la decisión, para sustraerse a la influencia de las opiniones ajenas y pensar por cuenta propia, para decidir uno mismo en su propio espacio y con su propio tiempo. Si en el pasado la distancia era un obstáculo para muchas cosas, hoy es un instrumento que facilita la autonomía personal.
Daniel Innerarity

Fuente: diario El País 

sábado, 23 de mayo de 2015

Ritmo, memoria y comunicación

La mayor parte de las entradas del blog están dedicadas a los efectos biológicos dañinos y patológicos de los CEM para la salud. Poco hablamos de otra de las facetas que han supuesto una alteración social y vital profunda que nos ha llegado de la mano de las tecnologías de la comunicación inalámbrica tiene que ver, no podía ser de otro modo, con la comunicación y la intercomunicación en sentido amplio, con la forma de ser de nuestra sociedad.
La velocidad y disponibilidad de contenidos ha traído consigo grandes ventajas y comodidades, personas, laborales y colectivas. Por otro lado, ya advertía Saramago que en la era de las comunicaciones el hombre está más incomunicado que nunca.

Uno de los grandes servicios de las nuevas tecnologías tiene que ver con la memoria o, por ser más precisos, con la capacidad de almacenamiento de información que nos brindan los distintos soportes. Tras apenas haber transcurrido diez o quince de uso útil y mayoritario de ordenador y móvil a gran escala, ya nos parece imposible trabajar, vivir e incluso pensar como antes lo hacíamos: folios, anotaciones, cuadernos, fotocopias, agendas de teléfono. USB's, pdf.s, agendas electrónicas y la nube contienen ahora en gran medida los contenidos de nuestro trabajo y nuestra información personal. Yo misma, por ejemplo, abrí este blog en un primer momento como depósito de una información que "me estorbaba" en las carpetas de mi ordenador. Qué decir de las nuevas generaciones que ya padecen de un tipo de tendinitis específica del dedo pulgar que, para los más exagerados, posee implicaciones antropológicas y evolutivas.

El gran depósito cultural de la memoria ha sido la escritura y ya en la modernidad la escritura impresa. En otra época, esa fue la gran revolución de las comunicaciones. Pero ¿cómo funcionaban las antiguas sociedades de tradición oral? ¿cuál era su depósito de memoria colectiva, necesario para establecer y transmitir una mínima cohesión normativa en sus comunidades? ¿y qué implicaciones tenía la oralidad como modo de comunicación principal en esa forma de vida que hoy difícilmente podemos imaginar?

Eric. A. Havelock, en su libro, La musa aprende a escribir, (Barcelona, 2008, Paidós) reflexiona sobre cómo "cuando una sociedad depende de un sistema de comunicación enteramente oral dependerá, sin embargo, al igual que la nuestra, de una tradición expresada en enunciados fijos y transmisibles como tales. ¿Qué clase de lenguaje puede satisfacer esa necesidad sin dejar de ser oral? Parece que la respuesta está en un habla ritualizada (...) Ese lenguaje debe ser memorizado. No ha otra manera de garantizar su supervivencia. La ritualización se convierte en el medio de la memorización." (p. 110)

¿Cómo era posible transmitir colectivamente cantidades relativamente grandes de ese lenguaje fijo ritualizado correspondientes a los distintos asuntos de la vida cotidiana y pública? 

"La memoria se forma por repetición. El niño que prefiere que se le repita la misma historia desea ser capaz de recordarla, de contarla él mismo, entera o en parte, y así saborearla mejor. La repetición se asocia a una sensación de placer, factor de primera importancia para enteder la fascinación de la poesía oral. Pero con la mera repetición de contenidos idénticos no se llegará muy lejos. (...) La solución que descrubrió el cerebro del hombre primitivo fue convertir el pensamiento habla rítmica." (p.111).

El primer cajón de la memoria comunicativa lingüística (y no sólo musical) fue el ritmo. La hipótesis de Havelock no acaba aquí. El ritmo asociado al lenguaje a dio lugar al nacimiento de la poesía "que era originalmente el instrumento funcional de almacenamiento de información cultural para uso ulterior", esto es, el establecimiento de una tradición. En esa importante tarea, la funcionalidad y el placer de la repetición rítmica iban de la mano pues, "su finalidad recreativa es también original". 

Piensa Havelock que "hay razones para pensar que el ritmo, en sus diversas modalidades es el fundamento de todos los placeres biológicos -de todos los placeres naturales, el sexo incluido- y posiblemente también de los así llamados placeres intelectuales. Sea como sea, parece que su vinculación con la música y la danza, así como la parte que tiene en las respuestas motrices del cuerpo humano, son indiscutibles. De acuerdo con ello, las sociedades orales asignaban comúnmente la responsabilidad del habla conservada a una asociación entre poesía, música y danza." (p. 112).

 Santiago Auserón sale en busca de las hondas raíces de El ritmo perdido (Barcelona, 2012, Península), de su presencia emotiva, comunicativa y transgresora en épocas y civilizaciones. Habiendo crecido con ritmos negros cantados en lengua extranjera, Auserón se apercibe de la íntima relación que mantiene la triada ritmo-lenguaje-memoria y que está en el corazón comunicativo de las sociedades entendidas como culturas -que apunta Havelock, y se adentra en la selva de la historia para buscar cuáles son los nexos de las rítmicas negras con tradición hispana. En su libro-búsqueda nos cuenta cómo los ritmos y las letras viajan y se transforman de la mano, adentrándonos hasta el corazón de la península habitada por Alfonso X El Sabio.

Voy recogiendo velas para tratar de llegar a puerto. He querido sacar a escena estas -para mi- emocionantes alusiones a Havelock y Auserón para proponer una breve reflexión sobre el tipo de comunicación  que hoy rige la sociedad en la que vivimos y que en otros momentos ha regido otras sociedades de las que venimos. Salen a nuestro encuentro múltiples cuestiones de profundas implicaciones, pero que escapan al alcance de una pequeña entrada en un pequeño blog.

Regreso en este punto a lo que es el núcleo temático de este blog. Lo que paso a comentar no es del todo cierto, (pues los electrosensibles utilizamos -como es el caso- informática y telefonía por cable) pero sirva lo siguiente como propuesta para pensar. Cuando los electrohipersensibles nos enfrentamos por primera vez al hecho de serlo, nos vemos empujados al borde del precipicio de este modelo de comunicación. Se acaba el móvil, se limita mucho el ordenador, pero no sólo. También se limita enormemente el desplazamiento por nuestro entorno social, nuestros pueblos, ciudades y de aquellos entornos naturales invadidos por la radiación via satélite. Las calles, las plazas, los edificios, son los ríos electromagnéticos que posibilitan ese flujo informático inlámbrico infinito del que actualmente depende el depósito de la memoria colectiva. Por ello, también vemos limitado el espacio de la comunicación interpersonal y paradójicamente pasamos a depender del ordenador para poder hacerlo. Esto es lo que Javier Echeverría denomina como "tercer entorno", un escenario "que difiere profundamente de los entornos naturales y urbanos en los que tradicionalmente han vivido y actuado los seres humanos" ( 1999, pág 14). Echeverría lo identifica apenas como medio virtual y al que atribuye comparativamente los siguientes rasgos:

PRIMER Y SEGUNDO ENTORNO (E1 Y E2)
TERCER ENTORNO (E3)
PROXIMAL
DISTAL
RECINTUAL
RETICULAR
MATERIAL
INFORMACIONAL
PRESENCIAL
REPRESENTACIONAL
NATURAL
ARTIFICIAL
SINCRÓNICO
MULTICRÓNICO
EXTENSIÓN
COMPRESIÓN
MOVILIAD FÍSICA
FLUENCIA ELECTRÓNICA
CIRCULACIÓN LENTA
CIRCULACIÓN RÁPIDA
ASENTAMIENTO EN TIERRA
ASENTAMIENTO EN EL AIRE
ESTABILIDAD
INESTABILIDAD
LOCALIDAD
GLOBALIDAD
PENTASENSORIAL
BISENSORIAL
MEMORIA NATURAL INTERNA
MEMORIA NATURAL EXTERNA
ANALÓGICO
DIGITAL
DIVERSIFICACIÓN SEMIÓTICA

INTEGRACIÓN

SEMIÓTICA
HOMOGENEIDAD
HETEROGENEIDAD
NACIONALIDAD
TRANSNACIONALIDAD
AUTOSUFICIENCIA
INTERDEPENDENCIA
PRODUCCIÓN
CONSUMO
J.Echeverría , 1999, pág 145


Dice Javier Echeverría que en la actualidad "emigramos al tercer entorno", por ejemplo, desde una habitación, que él identifica como "segundo entorno". Sin embargo, los electrohipersensibles sabemos bien que una habitación, una calle, un teatro, un parque, físicamente, ya no son "segundo entorno" en la mayoría de las ocasiones. Podría serlo, si la tecnología no utilizara la conexión inalámbrica como modelo energético del que depende para funcionar. Por contra, somos nosotros los que nos vemos excluidos de este segundo-tercer entorno y obligados a emigrar de manera forzosa al "primer entorno", eso teniendo suerte y en el mejor de los casos, si es que se consigue; pues poca gente se imagina lo difícil que eso puede llegar a ser. Y con ello, además, nos convertimos en exiliados del actual modelo colectivo de comunicación.

Perdónenme los vaivenes argumentativos. Pero quiero acabar enlazando brevemente una cita de Havelock y un alegato final al valor profundo de las artes. Vivo en un país, España, en el que la cultura, después de haber sido uno de los grandes motores vitales de nuestra incipiente sociedad democrática, ha pasado a estar apartada del núcleo de las políticas sociales importantes (incluido el sistema educativo, en el que, entre otras muchas cuestiones, la Filosofía está siendo desmantelada) y políticamente penalizada con un 21% de IVA. Saben bien lo que hacen. Decía Auserón, en alguna parte, que los verdaderos materiales, los verdaderos soportes son la palabra, el ritmo y la danza. El peligro de la cultura vinculada a la memoria tradicional es que deviene una forma de sensibilidad colectiva y de pensamiento no caduca e inexpropiable.

Dice Havelock que "el término "información" da cuerpo a una metáfora prestada del lenguaje de la cultura humana y aplicada retrospectivamente al proceso genético. De ahí que, si bien desde un punto de vista la acumulación cultural se pueda explicar mediante la analogía de la acumulación genética, desde otro pnto de vista la evolución genética se explica por la analogía de la evolución cultural." (Havelock, p. 90-91). Pues bien, lejos de ser un elemento vinculado al placer y a la acumulación genética y cultural, el malestar físico de los electrohipersensibles (y no sólo malestar, sino las patologías -el informe REFLEX-EU nos explica que los CEM-telecomunicaciones es genotóxico, pues rompe enlaces simples y dobles de ADN a niveles de radiación muy inferiores a los permitidos)  apunta a una incompatibilidad biológica de nuestro actual sistema de comunicación y memoria inalámbricas con el primer elemento de nuestro organismo social: el cuerpo. La contaminación electromagnética altera la información genética y biológica de nuestro cuerpo. Incompatibilidad de la que nosotros somos un mero síntoma que nos trasciende ya que, aunque físicamente el resto de personas no lo perciban todavía (la EHS ya afecta al 2 - 3 % de la población), afecta al conjunto de la salud de la población, tal y como, tratamos de contar en este blog. Siguiendo el motivo de reflexión que hoy proponemos, la incompatibilidad no sería sólo de orden biológico, si no también rítmica, pues la velocidad y la cantidad de los contenidos disponibles desbordan nuestra capacidad de asimilación, disfrute y reflexión. No es posible ni repetir, ni bailar, ni captar el ritmo, no hay logos-rítmico.

"¿Por qué medios se puede enseñar y encomendar la tradición general al conjunto de la población, de modo que la comparta y viva según ella? Una primera ayuda a este fin reside ya en la técnica empleada. Sus ritmos son biológicamente placenteros, especialmente cuando se hallan reforzados por cantos musicales, por la melodía y por los movimientos corpóreos de la danza. Cuando se realiza en coro, la danza posee además la ventaja de involucrar a grupos enteros en recitaciones compartidas y, por ende, en la memorización compartida, práctica ésta que continuó informando y guiando las costumbres de Atenas hasta la época de Pericles."(Havelock, p. 116)






Poema a la duración (P. Handke, Vivir sin poesia, Madrid, 2009, Bartleby Editores).

"Sí, este objeto, del que con los años nace la duración,
es insignificante en esencia,
no merece la pena hablar de él,
pero sí fijarlo mediante la escritura:
porque tiene que ser lo principal para mi
Tiene que ser mi verdadero amor.
Y debo
practicar mi amor,
indefectiblemente, durante años y años,
para que surjan en mi los momentos de duración,
y otorguen a mi rostro rígido una acuñación
y sitúen un corazón en mi pecho vacío.
Concentrándome en el objeto,
aquello que me ama y es lo principal,
impidiendo así su caducar,
me es posible sentir, tal vez,
tan sólo de modo imprevisto,
el estremecimiento de la duración;
siempre en lo accesorio,
al cerrar una puerta con cautela,
al pelar cuidadosamente una manzana,
al atravesar atentamente un umbral,
al inclinarme a recoger un hilo."

viernes, 22 de mayo de 2015

Primeras Jornadas sobre contaminación electromagnética y EHS de Alicante.

El pasado viernes 15 de Mayo tuvo lugar la Primera Jornada Abierta sobre Contaminación Electromagnética y Electrohipersensibilidad de Alicante, convocada por la Asociación Alicantina para el estudio de las Intolerancias Ambientales y Alimentarias (AAEIAA), que se celebró en el Centro Integrado Público de FP, Canastell.

El acto de apertura estuvo presidido por el Dr. Adrián Martínez, como presidente del equipo organizador, y por el Director del centro educativo, Carlos Navas, quien manifestó su apoyo a la iniciativa y la gran importancia que en nuestros días tiene la educación ambiental. Dos de los ponentes invitados son profesores del mencionado centro: Dr. Francisco Javier Albert Payá y el Dr. Adrián Martínez (Presidente de AAEIAA). Un nutrido grupo de estudiantes del centro estuvo presente en las diversas presentaciones y participaron en los turnos de preguntas posteriores.

La primera intervención de las Jornadas estuvo a cargo del Dr. Albert Payá, médico y educador ambiental, quien nos presentó un proyecto de investigación del centro: "Prevención de Riesgos Laborales en tratamientos de onda corta y microondas", realizado con financiación de un programa de innovación tecnológica del Ministerio de Educación, con el que el centro ha recibido numerosos reconocimientos.
 
El Dr Albert Payá (en el centro) explicó con detalle las diferencias entre la radiación ionizante y no-ionizante así como su distinto efecto sobre la materia y como ambos tipos de radiación se utilizan con distintos fines en terapias médicas. Además, explicó cómo en las actuales normativas sobre radiación no-ionizante, aquella con la que principalmente trabajan los fisioterapeutas, sólo contemplan efectos térmicos sobre los tejidos. Su intervención se adentró finalmente en las graves carencias que actualmente plantea la falta de regulación adecuada de este tipo de radiación para los profesionales de la fisioterapia, expuestos a diario una cantidad de radiación, en ocasiones, inasumible desde el punto de vista de la seguridad para la salud.






El Dr. Adrián Martínez (arriba, a la derecha) intervino en segundo lugar con una ponencia titulada "Radiaciones no ionizantes, una perspectiva preocupante desde la medicina ambiental y el concepto de síndrome de sensibilización central." El Dr. Adrián Martínez nos explicó como dolencias ambientales como la Electrohipersensibilidad (EHS) y la Sensibilidad química múltiple (SQM) están actualmente siendo estudiadas, junto con otras patologías como la Fibromialgia y la Fatiga Crónica, como elementos relacionados de un único síndrome patológico llamado: Síndrome de sensibilización Central. Entre las diversas investigaciones y científicos que fueron mencionados, el Dr. Martínez otorgó especial relevancia a la hipótesis explicativa de este síndrome construida por el Dr. Martin Pall, cuyo artículo pueden encontrar traducido en este blog AQUÍ.

El Dr. Pall explicaba brevemente en qué consiste su hipótesis científica así, ante la Cámara Legislativa de Oregón:

"Voy a hablar sobre la cuestión de la falta de seguridad de la exposición a campos electromagnéticos. He publicado un artículo sobre ello hace un par de meses que ha supuesto un cambio real de paradigma. Permítanme decirles que la situación antes de la publicación del artículo era que la gente había asumido que la única cosa que los campos electromagnéticos podían hacer era calentar cosas, igual que se calientan en el horno microondas. Había evidencias antes de que mi artículo fuera escrito -muchas. La evidencia es que la asunción (que los CEM solo calientan cosas) simplemente no es verdad.

Lo que los campos electromagnéticos pueden hacer en nuestros cuerpos es trabajar (indicir) en algunos canales de las membranas plasmáticas de nuestras céluclas llamadas canales de calcio activados por voltage (voltage-gated calcium channels). Lo que hacen (los campos electromagnéticos) es abrir esos canales, el cálcio fluye dentro de la célula y es el exceso de calco en la célula lo que conduce a TODOS los efectos biológicos que son producidos por los campos electromagnéticos." 

Adrián Martínez hizo un breve recorrido por las distintas contradicciones institucionales con las que se enfrentan los pacientes y los médicos ambientales, como el reconocimiento de la carcinogeneidad de los campos electromagnéticos por parte de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que es un organismo de la OMS, y la omisión de una declaración en firme en ese sentido de la OMS como tal.

A continuación intervino via skype la conocida activista Mª José Moya, también conocida como "Mi estrella de mar", por el primer nombre de su visitado y premiado blog sobre Sensibilidad Química Múltiple y EHS: www.sensibilidadquimicamultiple.org

María José hizo un duro alegato a la responsabilidad que todos los ciudadanos compartimos en el mantenimiento de una sociedad injusta y medioambientalmente insostenible. Conocimos un poco mejor la difícil situación cotidiana en la que, como otros enfermos ambientales, se ve obligada a vivir y pudimos intercambiar con ella algunas impresiones. Desde aquí le envío un afectuoso saludo y mi reconocimiento por la gran labor informativa y de concienciación que desarrolla desde su página web.

Este es un breve fragmento de su intervención:

"POR QUÉ NO PUEDO VIVIR EN EL MUNDO QUE USTED APOYA"

"Desde el 2003, mi cuerpo empezó a reaccionar a los productos cotidianos de mi entorno. Desde 2006, la agravación de este estado supuso la reclusión y aislamiento obligado de mi hogar, mantenido hasta la fecha (2015). Desde 2008, el mismo proceso se vió iniciado para los campos electromagnéticos, empezando por un teléfono inalámbrico DECT que entonces tenía.

Vivo en el centro histórico de una ciudad contaminada y rodeada de siete antenas de telefonía móvil, pero tampoco es que otros lugares estén mucho mejor para una persona con las enfermedades crónicas que padezco. 


La "civilización" mal entendida, avanza: a pesar de la evidencia, de las recomendaciones de la Unión Europea, de las alertas, y de los avisos incluso de la OMS. Ni tan siquiera se respeta el principio de precaución. ¿Tampoco interesa armonizar la tecnología y salud ciudadana?"


 

La mañana estuvo tan animada y fueron tantas las preguntas y las dudas que se plantearon a los ponentes, que no hubo más remedio que postponer la última intervención para primera hora de la tarde. Inaugurando la sesión vespertina intervino el Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, José Caselles, con una charla sobre el grave problema que supone "La contaminación electromagnética en los centros educativos". Con él tuvimos ocasión de comprobar cuáles son los niveles y las fuentes de contaminación electromagnética que se han medido en algunas instalaciones universitarias y en otros centros o instalaciones educativos de la región de Murcia y de Alicante, así como en diversos espacios públicos  como parques, centros comerciales, calles, etc., de varios municipios.
José Caselles es miembro del equipo de coordinación de PECCEM (Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética) y portavoz de la POCAT (Plataforma Oriolana Contra las Antenas de Telefonía). 


La jornada contó con la participación del técnico, Ricardo Penalba Benavent, quien habló sobre "Contaminación electromagnética, CEM, mediciones y protección por los medios técnicos actuales: apantallamiento y blindaje."
Dada la dificultad que implica blindar o proteger una vivienda de las distintas fuentes de contaminación electromagnética a las que puede estar expuesta, escuchamos con mucha atención sus consejos. Por ello, cuando alguien quiera proteger su vivienda y no sepa con seguridad cuántos focos y de qué naturaleza pueden estar afectando a su vivienda, lo mejor siempre es que consulte con un técnico.


Por último, intervino quien les escribe con una exposición titulada "CEM: status-quo científico-político y respuesta ciudadana". A modo de resumen, tuvimos la ocasión de comentar cómo hay investigación científica que documenta los daños para la salud de los CEM de radio frecuencias y microondas desde la segunda mitad del siglo XX, cuando debido al uso militar e industrial incipiente de estas tecnologías comenzaron a aparecer los primeros afectados por un cuadro clínico que se denominó ya entonces "síndrome de microondas".

En la actualidad, ya ha habido 23 llamamientos-documentos internacionales de advertencia, incluyendo el enviado el día 11 de este mismo mes a la ONU y a la OMS por 200 científicos de 39 países, alertando a las autoridades mundiales del grave problema de salud pública que los campos electromagnéticos suponen para la salud de las personas y del medio ambiente en todo el mundo y de la necesidad de regular y rebajar los niveles de exposición permitidos legalmente.

Respecto del marco legal, pudimos vimos que:

a) hay organismos europeos que han advertido repetidamente a los estados miembros de la unión que es recomendable rebajar los niveles de exposición de los ciudadanos a campos electromagnéticos  al mínimo razonable y técnicamente alcanzable (ALARA-ALATA).
-La Agencia Europea para el Medio Ambiente (Declaración en apoyo Bioinitiative)
-Asamblea Parlamentaria Consejo Europa (Resolución 1815/2011)

b) hay organismos europeos que no incluyen o atienden esas recomendaciones. 
-SCENIHR (Informe-EMF) (Crítica Fundación Sueca para la Protección de la radiación)
-CESE Dictamen EHS ( Borrador / Contradictamen)

c) Europa asume los niveles de exposición propuestos por ICNIRP organismo trans-nacional (OTAN), de oscuro funcionamiento, que incluye entre sus representantes a miembros de distintos ejercitos, como el norteamericano, y a representantes de empresas de telefonía y tecnología de las comunicaciones.

La situación legal en España muestra un grupo principal de tres leyes que se hallan en conflicto.

a) Por un lado, la Ley General de Sanidad 33/2011 está redactada en base, entre otros, a los principios y derechos de:
-Principio de salud en todas las políticas (por lo tanto, incluidas las telecomunicaciones).
-Principio de precaución: La existencia de indicios fundados de una posible afectación grave de la salud de la población, aun cuando hubiera incertidumbre científica sobre el carácter del riesgo, determinará la cesación, prohibición o limitación de la actividad sobre la que concurran.
-Derecho a recibir información sobre los condicionates de salud como factores que influyen en el nivel de salud de la población y, en particular, sobre los riesgos biológicos, químicos, físicos, medioambientales, climáticos o de otro carácter, relevantes para la salud de la población y sobre su impacto.

b) Por otro, el RD1066/2001 Condiciones de protección del dominio público radioeléctrico, restricciones a las emisiones radioeléctricas y medidas de protección sanitaria frente a emisiones radioeléctricas.
-Asume los criteros de protección sanitaria frente a CEM establecidos en la Recomendación del Consejo de Ministros de Sanidad de la UE, 12 Julio de 1999, relativa a la exposición del público en general a campos electromagnético, sólo en base a los riesgos considerando el calentamiento de los tejidos.

c) Finalmente la Ley de Telecomunicaciones 9/2014 que ha supuesto una grave involución democrática, pues ha eliminado las competencias que las CCAA y Ayuntamientos tenían en esta materia, y una regresión en la protección de los derechos ciudadanos, por varias razones:
1. Los derechos de ocupación del dominio público y propiedad privada (arts. 29-33) en la medida en que sea necesario para el establecimiento de la red pública de comunicaciones electrónicas.
2. La ley 9/2014 dota a las redes públicas de comunicaciones electrónicas del carácter de equipamiento básico y su previsión en los instrumentos de planificación urbanística tiene el carácter de determinaciones estructurantes, constituyendo su instalación y despliegue obras de interés general (artículo 34.2).
3.- La eliminación de licencias y autorizaciones por parte de la Administración para determinadas categorías de instalaciones.
4. Imposibilidad de las Comunidades Autónomas (CCAA) de establecer límites de protección más estrictos.
5. Las CCAA o Ayuntamientos tampoco pueden de aprobar o revisar los instrumentos de planificación territorial o urbanística que afecten al despliegue de las redes públicas de comunicaciones electrónicas, sin recabar el oportuno informe del MINETUR 
De este modo, pudimos ver cómo mientras científicos independientes de todo el mundo advierten de los graves riesgos para la salud y el medio ambiente que suponen los campos electromagnéticos, el marco legal al final no los tiene en cuenta, a pesar de las recomendaciones de ciertos organismos porque, en última instancia,  los niveles legales de exposición están siendo determinados por una agencia transnacional (países de la OTAN) no elegida democráticamente, de dudoso funcionamiento e intereses y asumidos en general por los países occidentales.
Para una lectura y análisis más detallado de esta cuestión, véase el documental noruego: Un día radiante y la pregunta asociada a la que intenta responder ¿Por qué el Este está más concienciado que el Oeste?

ACCIONES CIUDADANAS
La Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética PECCEM y la asociación Electrosensibles por el Derecho a la Salud (colectivos a los que pertenezco) ha desarrollado numerosas acciones y actividades a lo largo de 2014 - 2015. De manera esquemática, presentamos así las más relevantes (en su caso, incluye link a los documentos).

Acciones internacionales:
- Manifiesto;  e Iniciativa Ciudadana Europea para la regulación de los campos electromagnéticos
- CESE: Dictamen sobre Electrohipersensibilidad
                 -Carta de los EHS Europeos al CESE
                 -Propuesta de Dictamen aprobada por la Sección TEN del CESE
                 -Carta a los europarlamentarios en apoyo al SI a la propuesta de Dictamen
                 -Contradictamen propuesto por eurodiputado UK en situación de conflicto de intereses.
                 -Contradictamen, nota de prensa 
                 -Para vergüenza del eurodiputado es descalificado por Lennart Hardell
                 -Denuncia a la Defensora del Pueblo
                 -La defensora admite la denuncia
-SCENIHR: nuevo informe sobre CEM
                 -Denuncia a la Defensora del Pueblo (el SCENIHR evita investigaciones científica   
                  comprometida).
-Apoyo PECCEM-EHSDS al Llamamiento Científico Internacional ONU-OMS (firmas al final de la página).

Acciones nacionales:
-Alegaciones a la Ley Telecomunicaciones
-(solicitud)  (respuesta) Defensora del Pueblo de Recurso de Inconstitucionalidad
       -El TC admite Recurso Inconstitucionalidad Ley presentada por el Gob de Cataluña
-Celebración día Internacional contra la Contaminación Electromagnética
-Pacto electoral elecciones municipales y autonómicas Mayo 2015
-Campaña información sobre contadores inteligentes (documentos)
-Campaña Escuela Saludable: internet solo por cable
-Apoyo AMPAS y consultas ciudadanas al correo de la Plataforma
-Web PECCEM / Facebook PECCEM / Twitter PECCEM
-Web EHSDS / Facebook EHSDS / Twitter EHSDS
-Participación en Jornadas, charlas informativas, etc.

Por la intervención del público asistente en las distintas charlas no hubo más remedio que dejar para otra ocasión el visionado del documental español "Una amenaza invisible" .
(La página oficial de las jornadas tiene abierto un interesante apartado-archivo para acceder a otros documentales sobre el asunto.)

Quisiera concluir manifestando mi más sincera felicitación a la dirección del CIPFP Canastell, por su apoyo a la educación ambiental y, en especial, por su concienciación sobre los riesgos de la contaminación electromagnética. Por último y ya para despedir esta larga entrada, envío un afectuoso saludo a todos los participantes, público y ponentes, al equipo coordinador  (especialmente a Eugenia Parrado, compañera de Electrosensibles por el Derecho a la Salud) al que felicito al completo por el éxito de la Jornada y a quienes agradezco la esmerada atención con la que en todo momento hemos sido atendidos. Felicidades y gracias por todo!


lunes, 18 de mayo de 2015

Efectos celulares y moleculares de los campos electromagnéticos, Prof. Martin Blank

Imprescindible y completísima intervención del Profesor de Martin Blank en el Instituto Internacional por la Edificación biológica y ecológica: "Efectos celulares y moleculares de los campos electromagnéticos"

 http://building-biology.org

Un Foro Ciudadano entrevista a Martin Blank acerca de los efectos dañinos para la salud de los campos electromagnéticos.

 
 
"La radiación electromagnética ha sido utilizada terapéuticamente para acelerar la sanación de ciertas enfermedades y para controlar el dolor, pero también han sido asociadas con efectos adversos para la salud. Para entender estos efectos biológicos hemos estudiado la interacción de los campos electromagnéticos de baja frecuencia con las celulas a nivel celular y molecular. Nuestros estudios con células han mostrado que campos de una frecuencia de 60 Hz inducen stress en los genes y una respuesta de stress proteínico en las células. La respuesta de estres es un mecanismo protector inducido por estímulos ambientales dañinos y está caracterizada por la síntesis de proteinas específicas que asisten la renaturalización y el transporte de las proteinas dañadas. Nuestros estudios sugieren que la radiación electromagnética inicia la respuesta de estrés al interactuar con electrones dentro del ADN. Hemos identificado una base de 900 pares de segmentos asociados con la respuesta a la radiación electromagnética que, cuando es eliminada, elimina también la respuesta, y que cuando es tranferido a un constructo informador, hace que el constructo responda a la radiación electromagnética. También hemos investigado las interacciones de radiación electromagnética a nivel molecular a través de los efectos de tres reacciones, la transferencia de electrones en oxidasa cytochrome, ATP hidrólisis por medio de Na,K-ATPase, y la reacción de Belousov-Zhabotinski (BZ) (oxidación catalizada de ácido malónico). Las tres reacciones muestran que: 

• La radiación electromagnética acelera la tasa de reacción, esto es, tasa de transferencia de electrones. 
• La radiación electromagnética compite con la fuerza química dirigiendo la reacción, de manera que el effecto de la radiación varía inversamente con la tasa de reacción. 
• Los umbrales de interacción son bajos, comparados con los niveles encontrados en estudios de epidemiología de radiación electromagnética y cáncer. 
 • Los efectos varían con la frecuencia y hay diferentes óptimos para las reacciones estudiadas: ATPasa (60Hz), citocromo oxidasa (800Hz), BZ (250Hz) 

Estas propiedades, además de la estimulación del ADN en la respuesta al estrés celular, son consistentes con los efectos de la radiación electromagnética en muchos sistemas biológicos a través de la interacción con los electrones que se mueven durante las reacciones redox y también dentro del ADN. La ubicuidad de las reacciones del ADN a la radiación electromagnética y los bajos umbrales de reacción observados indican la necesidad de una mayor vigilancia y control sobre la propagación de la radiación electromagnética en el medio ambiente." 

http://www.physiology.columbia.edu/MartinBlank.html

miércoles, 13 de mayo de 2015

Berkeley aprueba jurisprudencia de "derecho a estar informado" sobre móviles

Berkeley (EEUU) aprueba jurisprudencia de "derecho a estar informado" sobre móviles

12 de Mayo 2015 

Berkeley adopta por unanimidad la Ordenanza  "derecho a saber" sobre teléfonos móviles



En la tarde de ayer el Consejo de la ciudad de Berkeley adoptó por unanimidad (9-0) la ordenanza de "derecho a saber" sobre teléfonos móviles. Berkeley es la primera ciudad de Estados Unidos en aprobar una ordenanza sobre radiación de teléfonos móviles desde que San Franciso disolviera su ordenanza después de dos años de batalla legal en los tribunales con la CTIA.
El profesor de Derecho de Harvard Lawrence Lessing elaboró el borrador de la ordenanza y los presentó ante el Consejo en nombre de la ciudad.
 
La única oposición a la ordenanza fue la interpuesta por la CTIA-Asociación Inalámbrica. La CTIA afirma que los consumidores se asustarían si leyeran la información que la FCC (la Comisión Federal de Comunicaciones de los EEUU)  les requiere que ofrezcan a los consumidores.


¡Enhorabuena al Ayuntamiento y los vecinos de Berkeley!

Artículo 5 de Mayo 2015

Los residentes quieren y merecen el "derecho a saber" sobre móviles

Por Ellen Marks
Ellen Marks es Director Ejecutivo de la Asociación de Tumores Cerebrales de California 
  
Todos merecemos el derecho a conocer en el punto de venta la "distancia de seguridad" exigida por la FCC, algo actualmente escondido en lo profundo del teléfono móvil o en un manual en línea que sólo unos pocos leen. Tenemos derecho a tomar decisiones informadas para nosotros y para nuestros hijos como cuál es el uso más seguro posible de este dispositivo utilizado hora diaria incluso por los niños.

Berkeley puede hacer lo correcto cuando el Ayuntamiento considera el derecho a saber la ordenanza en su reunión del 12 de mayo.
La industria móvil ha bloqueado esta información en el punto de venta a través de los EE.UU. con pleitos amenazadores cuando se considera una ordenanza similar. Se demandó a San Francisco, que se vio obligado a revocar su ley de "derecho a saber" móvil que la Junta de Supervisores aprobó por unanimidad. Los tribunales superiores dictaminaron en una decisión no vinculante que la ley de San Francisco violaba los derechos de la primera enmienda de la industria por medio de un discurso convincente. Y qué decir de nuestros derechos a la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad?


Como Director Ejecutivo de la Asociación de Tumores Cerebrales de California sé demasiado bien cuántos han perecido de cánceres causados, más probablemente que no, por el uso del teléfono móvil. Si hubieran sido advertidos en el punto de venta de que nunca mantuvieran el teléfono junto a su cuerpo no habrían puesto en peligro sus vidas. Sé de la ciencia y de la connivencia entre esta industria y la FCC, la agencia sin experiencia científica que regula las emisiones de radiación del teléfono móvil. La ciencia nos dice que los teléfonos celulares causan tumores cerebrales, tumores de las glándulas salivales, cáncer de mama, daño y muerte de los espermatozoides, y dañar a los fetos. Y, sorprendentemente la seguridad de los teléfonos celulares no hay sido comprobada antes de su slida al mercado!


El profesor de derecho constitucional de Harvard, Lawrence Lessig, se ha comprometido a defender a cualquier ciudad o estado pro bono si quieren legislar los avisos ahora ocultos para que tengan que ser públicos en el punto de venta. Lessig nos ayudó a redactar la legislación propuesta en Berkeley y vamos a estar en la reunión del Consejo Municipal en representación del personal en la discusión de esta ordenanza.
Lessig sugirió que una encuesta conducida por Public Policy Polling, el pasado mes de marzo. El 100% de los encuestados utiliza un teléfono celular. El 82% de los adultos en Berkeley declaró que quieren ser informados cuando compran un teléfono celular sobre la distancia mínima recomendada del fabricante a la que el teléfono debe mantenerse del cuerpo del usuario.
Otros hallazgos clave de la encuesta:

   
-Menos del 15% han visto las recomendaciones de los fabricantes de teléfonos celulares sobre cómo protegerse mejor contra la exposición excesiva a la radiación del teléfono celular.
   
-Casi el 74% informó de que ellos o sus hijos llevan un teléfono celular pegado al cuerpo - escondido en un bolsillo de la camisa o pantalón, mientras que el teléfono está encendido.
 

La ordenanza propuesta requiere a los minoristas de teléfonos móviles que proporcionen a los consumidores en el punto de venta un folleto preparado por el municipio, que les recuerda que lean las instrucciones de seguridad de sus fabricantes de teléfonos. El folleto también aconseja a los consumidores no usar un teléfono celular pegado al cuerpo, en un bolsillo de la camisa o pantalón o escondido en un sujetador.
Si se aprueba la ordenanza, Berkeley se convertirá en la única ciudad en los EE.UU. que exige a los minoristas que ofrecan a los consumidores esta importante información de seguridad. Al igual que con las leyes de fumar de segunda mano esperamos aprovechar esta ley en todo el país con la ayuda de Lessig.
Lisa Bailey, MD, ex presidente de la Sociedad Americana del Cáncer (CA) y cirujano de cáncer de mama en Alta Bates Medical Center, apoya la ordenanza:
"Hemos tenido algunos casos anecdóticos en los que el cáncer de mama de la mujer se desarrolla directamente debajo de la zona donde se llevó a su teléfono celular. Creo que el público tiene derecho a saber que puede haber riesgos potenciales y de usar su teléfono de una manera que se reduzca el daño potencial. Insto al Consejo de la Ciudad de Berkeley a que proporcione dicha información a sus electores ".
Recientes investigaciones de expertos han encontrado que la radiación del teléfono celular causa daños en los espermatozoides:


-Los autores de una revisión de diez estudios sobre los efectos de la radiación del teléfono móvil en la calidad del esperma humano concluyeron que, 
-"Nuestros análisis indican asociaciones negativas entre la exposición móvil sobre la viabilidad de los espermatozoides y su motilidad." (Adams et al., 2014).
 -
"Mantener el teléfono celular en un bolsillo del pantalón en el modo hablar puede afectar negativamente a los espermatozoides y afectar la fertilidad masculina" (Agarwal et al. 2009).
-
"En concreto, se recomienda que los hombres en edad reproductiva con altos niveles de uso del teléfono móvil no mantengan sus teléfonos en modo de recepción (encendidos) por debajo del nivel de la cintura" (De Iuliis et al., 2009).


En 2011 la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como posiblemente cancerígenos para los seres humanos sobre la base de un mayor riesgo de tumores cerebrales letales asociados con el uso del teléfono móvil.
El informe de julio de 2012 de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, "Telecomunicaciones; Requisitos de exposición y pruebas para los teléfonos móviles deben ser reevaluados, "encontraron que: "Algunos consumidores pueden utilizar los teléfonos móviles contra el cuerpo, teléfonos sobre los que la FCC actualmente no hace pruebas, y podría resultar en una exposición a energía de RF (radiofrecuencia) más alta que el límite de la FCC ".
La reunión del Consejo de la Ciudad se llevará a cabo a las 7 pm, 12 de mayo, a las 2134 Martin Luther King Jr. Láctea. Instamos a los residentes de Berkeley y otros ciudadanos interesados ​​en el Área de la Bahía de asistir ya que se necesita el apoyo de la comunidad para dar este pasó. La industria móvil estará allí en la oposición.

jueves, 7 de mayo de 2015

SCENIHR, evaluación sesgada de los riesgos de móviles y tumores cerebrales

La Fundación Sueca para la Protección de la Radiación y Priartem, collectivo de electrosensibles de Francia hicieron público el pasado mes de Marzo un informe en el que evalúan el último informe de SCENIHR sobre los riesgos de la radiación de la tecnología inalámbrica para la salud.


SCENIHR: una evaluación sesgada de los riesgos para la salud de los campos electromagnéticos. 

El ejemplo de los tumores cerebrales.
Este documento demuestra cómo el grupo de trabajo de campos electromagnéticos de la Comisión Europea sobre Riesgos para la Salud Emergentes y Recientemente Identificados (SCENIHR) retorció e interpretó la evidencia científica disponible sobre campos electromagnéticos y tumores cerebrales para hacerla corresponder con la controvertida hipótesis de que no existe riesgo para la salud.
Análisis similares pueden ser hecho sobre todas las áreas del informe evaluador sobre efectos potenciales para la salud resultantes de la exposición a campos electromagnéticos, adoptado el 27 de Enero de 2015. El sesgado resultado era esperado considerando la composición del grupo de trabajo. En un área agúdamente controvertida, 9 de los 10 expertos fueron seleccionados entre aquéllos quienes en el pasado habían expresado una clara posición hacia la hipótesis del no-riesgo (sesgo intelectual). Solo una voz potencialmente divergente fue invitada, a pesar de que las opciones (para elegir) eran amplias. La posibilidad de ver una opinión minoritaria emerger era, por lo tanto, muy débil.


1. SUMARIO

Una clara mayoría de artículos científicos recientes sobre móviles y tumores cerebrales muestra que el uso de teléfonos móviles incrementa el riesgo de padecer tumores cerebrales. Estos estudios destacan incluso en términos cualitativos, en concordancia con distintos meta-análisis, incluyendo la evaluación de la IARC-2011. Los únicos dos artículos que no encuentraron ningún incremento en el riesgo han sido ampliamente criticados, especialmente por la mala clasificación de la exposición. Joachim Schütz, a cargo del mencionado capítulo de la evaluación de SCENIHR es co-autor de esos dos estudios. Una evaluación racional de este cuerpo de literatura científica concluiría razonablemente que: hay evidencia consistente del daño y razones considerables para la preocupación. A pesar de ello, los expertos de SCENIHR no encontraron ninguna evidencia de riesgo. Para llegar a esa conclusión ellos:

  • Pusieron de relevancia de forma masiva los pocos estudios que no encuentran ningún riesgo, sin mencionar sus errores y sesgos (Danish cohor, Bensor et al.).
  • Enfatizaron subconjuntos de resultados menos relevantes que no mostraban riesgos (Interphone, Cefalo, Pettersson).
  • Descartaron una vasta mayoría de los estudios disponibles: aquellos que mostraron un vínculo entre EMF y tumores cerebrales (Interphone Hardell, Cefallo, Sato, Moon).
  • Se apoyaron en datos de tendencias que mostraba una incidencia selectiva de tumores cerebrales sin comprobar si corrección (Sweden), mientras que por otro lado ignoraron la preocupante tendencia de esa incidencia (De Vocht, Denmark).
  • Enterraron la controversia científica real. Nuestro estudio sugiere que la financiación corporativa y una bien elegida selección de expertos, como el Dr. Schütz, co-autor de numerosos estudios que defienden la ausencia de riesgo también han contribuido a disipar un cuerpo entero de literatura científiva que asocia la radiación de radiofrecuencia a tumores cerebrales.


Las conclusiones de SCENIHR suponen noticias excelentes para el sector militar estratégico y para los actores económicos que están explotando las tecnologías inalámbricas. ¿Qué peso tiene la democracia y la salud pública en este contecto y sobre quién cae la responsabilidad de las consecuencias de ignorar la evidencia de este daño?






Este texto fue avanzado en un comentario realizado por la Fundación Sueca para la Protección de la Radiación sobre el Informe Preliminar que el grupo de expertos de SCENIHR emitiera con anterioridad .

sábado, 2 de mayo de 2015

Wifi en los colegios: Por que? Por qué no!



Southborough, MA, September 22, 2014. 

Michael D’Aleo habla en su comunidad del wifi en las escuelas y llama a la precaución urgente. Michael D'Aleco es ingeniero, autor y profesor de física. Da ponencias nacionales e internacionales sobre cuestiones de ciencia, educación y temas ambientales. Mr. D' Aleo es coautor de "Sensible Physics Teaching" y su siguiente título "Embracing Materialism and Letting it Go2.

Es graduado en Ingeniería mecánica por la Universidad de Rutgers y ha trabajado en la industria electrónica por varios años. Además está registrado como inventor de 17 patentes en los EEUU y en otros países.