Caso
para la adopción de políticas de precaución en salud pública en relación al uso
de teléfonos móviles, inteligentes e inalámbricos.
Nuevas evidencias de riesgos
para la salud señalan la necesidad de tomar acciones urgentes.
Dr. Don Maisch
Actualizado 25 Enero 2013
Trasfondo
En Marzo del
2009 tres neurocirujanos australianos, los doctores Vini Khurana, Charles Teo y
Richard Bittar, escribieron una “Carta al editor” de la revista médica Surgical Neurology. Titulada “Riesgos de
la tecnología de telefonía móvil para la salud”, la carta expresaba la
preocupación de estos neurocirujanos por lo que ellos consideraban como un
serio y emergente riesgo para la salud pública por parte del uso, localizable
en cualquier lugar, del teléfono móvil y la creciente evidencia de daños, que
incluyen tumores cerebrales y de la glándula salivar, infertilidad masculina,
perturbaciones del comportamiento y electrosensibilidad. Los autores concluían
recomendando con fuerza que el uso de teléfonos móviles debía ser restringido para
los niños.[1]
Con
anterioridad, Khurana, Teo y Bittar habían expresado públicamente su
preocupación sobre lo que ellos estaban viendo en sus quirófanos. Por ejemplo,
el Dr. Teo dijo en una entrevista al 60
Minutes (3 de Abril del 2009) que estaba comprobano un incremento de la
incidencia del cáncer cerebral y, como resultado, el público debía ser
informado de todas las causas potenciales de la enfermedad. Teo dijo que él
estaba “increíblemente preocupado,
deprimido por el número de niños que estoy viendo llegar con tumores cerebrales...
Sólo en las últimas tres o cuatro semanas, he visto aproximadamente media
docena de chicos con tumores, que deberían haber sido benignos y han sido
malignos. Estamos haciendo algo terriblemente mal.”[2]
Khurana comparte las preocupaciones de Teo ya que él también está “viendo demasiada gente joven con esos
tumores.”[3]
Esas preocupaciones fueron significativamente reforzadas en 2011 cuando la
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasificó las
emisiones de radiofrecuencia de teléfonos móviles como posible carcinógeno
humano (2b).
A pesar de que
esas preocupaciones ocurrieron hace más de tres años y provenían de
neurocirujanos cuyas opiniones estaban formadas por lo que ellos veían
realmente en los quirófanos, esta información no ha tenido impacto general
significativo en el público australiano. En parte, eso es debido a los mensajes
opuestos lanzados en los medios por organizaciones tales como la Asociación de
Telecomunicaciones Móviles Australiana (AMTA). Una nota de prensa de AMTA
afirma, por ejempli, que “los estándares
(para el uso de teléfonos móviles) incluyen márgenes de seguridad incorporados
que proporcionana protección a todos los usuarios, incluyendo personas mayores,
niños, etc, sin importar la frecuencia y su uso. La gente puede confiar en que
no existe base estadística, médica o biológica para establecer un vínculo entre
uso de teléfono móvil y cáncer cerebral.”[4]
Es bien sabido
que ese tipo de mensajes contradictorios crean dudas en la mente del público y
tienden a retrasar o bloquear movimientos de protección de la salud pública.
Esto ha sido examinado con detalle en el libro de Oreskes y Conway, Mercaderes
de dudas, el cual debía ser leído por todo aquel que le interesen las
controversias científicas.
Este escritor
opina que el peso de las recientes evidencias sobre el posible incremento de
riesgo de efectos adversos para la salud debido al uso del teléfono móvil, como
se especifica anteriormente, es actualmente significativo como para provocar políticas
preventivas de salud pública para reducir esos riesgos. No se trata de dar de
lado los beneficios de la tecnología sino de usarla sabiamente para reducir
esos riesgos.
Nuevas evidencias
Agosto 2012: Como resultado de la regulación de la
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) que clasificó las
emisiones de radiofrecuencia de los teléfonos móviles como posible carcinógeno
humano, en Agosto de 2012, el gobierno australiano estableció un fondo de 2’5
millones $ para la creación de un Centro de Investigación de Excelencia (CRE)
en la Universidad de Wollongong, para investigar esta cuestión en concreto.[5]
La ministro de salud, Tanya Plibersek, habló el 2 de Agosto en una nota de
prensa sobre la necesidad de la investigación: “con más de 5 billones de sucriptores a teléfonos móviles en todo el
mundo, la energía electromagnética que alimenta esta tecnología está ahora en
todas partes, los posibles efectos para la salud que se le asocian constituyen
una preocupación general de toda la comunidad.”[6]
Octubre 2012: Tal y como
se publica en Microwaves News, la
Corte Suprema italiana ha otorgado una compesación laboral a un empresario que
desarrolló un tumor cerebral después de usar un teléfono móvil durante 12 años,
estableciendo una clara conexión entre tumor y uso prolongado del móvil. Esa
setencia es definitiva y no puede ser recurrida. Ello podría reforzar la
presentación de demandas contra los fabricantes de móviles y los proveedores de
servicios. De manera interesante, la corte hizo una clara distinción entre
investigación fundada independiente y fundada de la industria, indicando
anormaliddes en los datos científicos de base.[7]
Diciembre 2012:
La Academia Americana de Pediatría, una organización profesional con 60.000
pediatras de atención primaria, especialistas médicos pediátricos y cirujanos
pediátricos llamaron a la acción
para proteger a los niños y adolescentes de los posibles daños de los teléfonos
móviles. El presidente de la AAP, Thomas K McInermy escribió en apoyo de una
cuenta del congreso pidiendo más investigación y etiquetas de advertencia en
los móviles.
La AAP apoya con fuerza H.R. 645’8 haciendo énfasis en
el examen de los efectos de la energía de radiofrecuencias (RF) sobre la
población vulnerable, incluyendo niños y mujeres embarazdas. Además, nos
satisface que la cuenta requiera la consideración de tales efectos, cuando se
desarrollen estándars máximos de exposición. Los niños se ven
desproporcionadamente afectados por la exposición ambiental, incluyendo
radiación de telefonía móvil. Las diferencias en la densidad ósea en cantidad de fluído cerebral en el
cerebro de un niño, comparado con el de un adulto, podría permitir que los
niños absorbieran mayores cantidades de energía de RF y de manera mucho más
profunda en sus cerebros que los adultos.[8]
Diciembre 2012: Un estudio
reciente de usuarios de telefonía móvil en Arabia Saudí, donde aparentemente se
da la tasa mayor de usuarios de móviles en el mundo (180 por cada 100
residentes) ha hallado que el uso prolongado de teléfonos móviels estaba
asociado con un número de problemas de salud, incluyendo fatiga, dolores de
cabeza, aturdimiento, perturbaciones del sueño y la tensión. Como resultado de
este hallazgo, investigadores del Colegio de Medicina de la Universidad del Rey
Saud han hecho un llamamiento para que se haga una campaña de alerta a los
ciudadanos sobre los peligros de los móviles para la salud pública.[9]
3 de Enero 2013: El Dr.
Lennart Hardell y su grupo de investigación en Suecia publicaron en la revista Pathophysiology un texto reciente. Se
trataba de un meta-análisis de datos de investigación previos sobre el riesgo
de tumor cerebral y uso de teléfonos móviles. Ellos encontraron que “hay un patrón consistente de incremento de
riesgo de glioma y neuroma acústico aosicado con uso de teléfonos inalámbricos
(teléfonos móviles e inalámbricos) principalmente basado en resultados de
estudios de casos de control del grupo Hardell y los resultados de Estudio
Final Interphone.” Los autores concluyeron que los estándares existentes de
exposición a radiofrecuencia “no son
adecuados para la proteger la salud pública”.[10]
7 de Enero 2013: Un nuevo
informe realizado por el grupo de trabajo Bioniciativa revisó alrededor de 1800
nuevos estudios científicos, llegando a la conclusión parcial de que con el uso
tanto de teléfono móvil como de teléfono inalámbrico se da un patrón
consistente de incremento del riesgo de glioma (tumor cerebral maligno) y de
neuroma acústico. En los veintiún capítulos del nuevo informe, 29 científicos
independientes y expertos sobre salud de 10 países revisaron las nuevas
investigaciones (textos del 2006 al 2011) sobre los posibles riesgos de las
tecnologías inalámbricas y los campos electromagnéticos. El grupo contiene 21
licenciados en medicina, 21 doctorados, y tres MSc, MA or MPHs. Entre los
autores hay tres presidentes y cinco miembros fundadores de la Sociedad de
Bioelectromagnetismo (BEMS). Un autor distinguido es el presidente del Comité
Nacional Ruso de Radiación No-Ionizante. Otro es Consejero Senior de la Agencia
Ambiental Europea. El Dr. David Carpenter, co-editor del informe declara: “Existe ahora mismo mucha más evidencia de
los riesgos para la salud que afectan a billones de personas en todo el mundo.
El status quo no es aceptable a la luz de la evidencia de los daños.”[11]
24 de Enero, 2013: La
Agencia Ambiental Europea publicó un informe de 750 páginas para alertar a los
gobiernos sobre la necesidad de atender a las señaldes tempranas de advertencia
sobre los riesgos para la salud de la tecnología, incluyendo teléfonos móviles.
El informe acusa a la industria de la telefonía móvil de “inercia” debido a su
falta de acción en investigación y regulación de IARC. El informe también
critica a los medios de comunicación por no “proveer
al público con información robusta y consistente sobre los riesgos potenciales
para la salud”. La inacción de los gobiernos también cae bajo el escrutínio
del informe con la preocupación de que los gobiernos nacionales estén eludiendo
“sus responsabilidades para proteger la
salud pública de esta ampliamente expandida fuente de radiación.” El
informe reclama acciones preventivas para reducir la radiación de telefonía
móvil para minimizar la extensión y seriedad de los riesgos para el cerebro y
para otros órganos. [12]
El especial caso de los teléfonos inteligentes
Es importante
indicar que ninguna de la investigación realizada hasta el momento para
concretar sobre los efectos para la salud de los teléfonos móviles se ha
efectuado utilizando la nueva generación de teléfonos inteligentes. Estos
teléfonos han ganado capacidad computadora utilizando potentes procesadores de
datos, dando un amplio rango de aplicaciones que no eran posibles para un
teléfono normal. Por ejemplo, actualmente en Victoria, la puesta en marcha de
la controvertida rejilla de electricidad inteligente promete que el dueño de la
casa sea capaz de monitorizar de forma remota el uso de la electricidad y el
control de los electrodomésticos a través de un smart phone el cual será una
parte esencial del sistema de monitorización de la electricidad.
El resultado de
todo este incremento de tecnología es la capacidad de trasmitir y recibir
información a gran escala. Esto significa que dependiendo de cómo sea utilizado
el teléfono, podría resultar en exposiciones más elevadas para el usuario. Esta
puede ser una cuestión en relación a los datos que encuentra que el uso de un
smart phone típico puede generar un tráfico de datos 24 veces mayor que el de
un móvil “tradicional”.[13]
Así, si la evidencia de riesgos para la salud para teléfonos móviles
convencionales son reales, ¿se amplían esos riesgos para los teléfonos
“inteligentes”? En esto momento, no es posible simplemente decirlo porque la
investigación no ha sido hecho todavía, pero esto ciertamente sugeriría que
cualquier paso para reducir la exposición a radiofrecuencias del uso smart
phones son una precaución sensible.
Tasas de SAR y la importancia del factor de reducción
de Cellsafe
La tasa de SAR
de un móvil o de un smart phone, o la tasa de absorción específica, es una medida
de la cantidad de energía de radiofrecuencia (RF) absorbida por el cuerpo
cuando utiliza el aparato. Como una guía básica cuanto más bajo es el nivel de
la tasa de absorción de un móvil, más bajo es el nivel de radiofrecuencia
absorbido por la parte del cuerpo (como la cabeza) más cercana a la transmisión
del teléfono. Cuando compremos un teléfono es recomendable probar y elegir un
teléfono con el nivel de SAR más bajo, y existe un número de páginas de
internet disponibles a tal efecto. Por ejemplo, techland.time.com ofrece la lista de los 10 teléfonos emisores más
altos y más bajos.[14] Y cnet.com ofrece la lista de los 20
teléfonos de emisión más alta y más baja, más vendidos en los EEUU.[15]
Es evidente que
elegir un teléfono con la tasa de absorción más baja, tanto si es uno
convencional como si es un smart phone implicará menor exposición, dependiendo
de cómo sea utilizado el teléfono. Una forma efectiva de reducir más la
exposición directa a la RF de un móvil o de un smart phone es el uso de
cubiertas de seguridad para móviles. Esto ha sido verificado por Tecnologías
EMC, el único laboratorio acreditado NATA capaz de probar las emisiones de
radiación de móviles en Australia. El director técnico de tecnologías EMC ha
declarado que las cubiertas Cellsafe han sido el único producto para reducir
los niveles de emisión de radiación del rango alcanzado por las cubiertas
Cellsafe, comparado con otros productos testados por tecnologías EMC. Las
pruebas han mostrado una reducción del 97.4% de la tasa de absorción sin
afectar con ello las operaciones de los teléfonos.
Este escritor ha
visto una demostración del efecto de redución de RF de la Cellsafe y con todo
el corazón recomienda su uso como una parte esencial de las recomendaciones que
incluye este texto. Para mayor información véase: http://www.cellsafe.com.au/
Teléfonos inalámbrico DECT
Los mismos
riesgos para la salud se aplican a los teléfonos manuales inalámbricos
denominados Digital Enhaced Cordless Telecommunications (DECT) como a los
teléfonos móviles donde la antena se mantiene cerca de la cabeza. Sin embargo,
con los teléfonos inalámbricos DECT hay cuestiones adicionales que suponen una
preocupación extra.
1)
A diferencia de los móviles y
smart phones que ajustan su potencia de salida para que sea la más baja
necesaria para mantener la comunicación con la antena más cercana (APC-control
adaptativo de potencia), muchos teléfonos inalámbricos DECT transmiten
exactamente al máximo nivel de potencia.
2)
El soporte básico principal del teléfono de muchos
teléfonos DECT transmite constantemente a máxima potencia, mientras la base
esté enchufada a la corriente eléctrica principal. Esto normalmente es 24/7.
Cuando está situado junto a una mesilla de noche la emisión pulsada de RF constante
puede interferir con el ciclo de sueño/despertar y producir insomnio y otros
síntomas relacionados tales cómo la fatiga. Por esa razón este tipo de teléfono
no debería estar en áreas de dormitorios.[16]
Por estas
razones, si un teléfono inalámbrico es necesario, elija uno con APC, que se
apague cuando no lo utilice. Recomendamos aquí el teléfono Siemens Eco DECT,
que posee estas características. Sin embargo, recuerde que mientras que usted
tenga el teléfono cerca de su cabeza hay exposición a RF y por lo tanto
mantenga conversaciones tan breves y concisas como le sea posible. Para mayor
información véase: http://www.easyecoblog.com/416/siemens-eco-dect-green-cordless-phones/
Política
oficial australiana sobre uso del teléfono móvil
Si el tópico de
este texto estuviése basado en la evidencia de los posibles daños de una droga
farmacéutica, la evidencia acumulada hasta la fecha sería suficientemente
significativa como para provocar advertencias sobre salud pública bien
publicitadas. Sin embargo, hasta hoy, ese no ha sido el caso de los teléfonos
móviles. Empero, la Agencia de
Seguridad Nuclear de Protección sobre la Radiación Australiana (ARPANSA) ha
realizado un folleto sobrela cuestión del uso del móvil y sus efectos para la
salud en donde ofrece consejo práctico sobre su uso[17],
pero incluye un mensaje en negrita en la parte de arriba de la hoja que reza: No existe clara evidencia en la literatura
científica sobre si a largo plazo el uso del teléfono móvil plantea un daño a
la salud pública (aunque la posibilidad de un pequeño riesgo no puede ser
exlcluido).
Ahora, resulta
altamente discutible concluir que colleva sólo un “pequeño riesgo”. Puedo estar de acuerdo con que el
riesgo pordía ser pequeño para un individuo, en dependencia de la frecuencia
con la que use su móvil, pero cuando consideramos el uso de millones de
usuarios en toda la extensión de Australia ello puede equiparase con una gran
crisis de salud pública para la sociedad. Esta posibilidad debe provocar una
política preventiva de salud que ayude a reducir ese riesgo general.
Yendo más allá
sobre la hoja de la ARPANSA, se indica que “alguna
investigación ha indicado que también pueden ocurrir efectos no-termales
resultantes de bajos niveles de exposición a RF. Sin embargo, la existencia de
estos efectos y sus implicaciones no han sido suficientemente establecidos como
para contar con ellos en los estándares.”
Con otras
palabras, el consejo de ARPANSA está enmarcado dentro de los límites de los
estándares oficiales que se marcaron hace años. Dado que se supone que un
estárdar debe estar basado sobre la salud, continuar ignorando las acumulativas
evidencias de daño, como las que se detallan en el Informe Bioiniciativa 2012,
no puede ser sostenido como una buena credencial para políticas de salud
pública.
Una política preventiva de salud pública recomendada
para el uso de teléfonos móviles, inteligentes e inalámbricos
Utilice una línea de tierra por cable, siempre que sea posible.
Utilice el altavoz del teléfono para hablar,
siempre que sea posible.
Utilice mensajes de texto.
Utilice el manos libres.
Cuando lleve el teléfono encima (si no lo lleva
apagado OFF) evite mantenerlo cerca del
cuerpo.
Si está embarazada, evite mantener el teléfono
cerca de su abdomen.
Evita usar su teléfono en áreas con poca
cobertura ya que el teléfono necesitará
subir su potencia para estar en contacto con la torre más cercana.
Los niños, que tienen el cráneo más pequeño y de
huesos más finos, deben limitar el uso
del teléfono.
Nunca duerma con un teléfono encendido junto a
la mesilla, a la cama o bajo la almohada.
Compre un teléfono con la menor tasa de
absorción SAR, para sus necesidades.
Compre una funda de protección Cellsafe que
reduzca los niveles de baja SAR.
Si necesita un teléfono inalámbrico DECT,
adquiera uno que reduzca su potencia de
emisión cuando no lo utilice, como el Siemes ECO DECT.
No utilice el teléfono dentro de un vehículo o
en un espacio cerrado ya que el teléfono
puede tener que incrementar su potencia si la cobertura es débil.
Acerca del autor
El interés de Don acerca de esta cuestión se
remonta a comienzos de los años 90 cuando era escritor científico para el
Senador Robert Bell en Tasmania. Como resultado de las crecientes preguntas a
la oficina de Bell sobre cuestiones de telecomunicación, en el año 1996 se le
solicitó que compilara un reportaje de fondo titulado Teléfonos móviles y sus
estaciones base transmisoras: evidencia de daños para la salud. Daños
–documento recurso para el gobierno local y la comunidad. Este fue presentado
en el Parlamento por el Senador Bell, en Abril de 1996.
En 1998, Don fue
dirigido al comité de estándares de Austrialia específicamente establecido para
actualizar los estándares de exposición de telecomunicaciones de Australia para
acomodarlos a las nuevas tecnologías. Su implicación en el proceso de
definición de estándares le condujo eventualmente a ser candidato a doctor en
la Universidad de Wollongon. Su tesis, que había sido aceptada en 2010,
examinaba la historia de la definición de estándares de telecomunicaciones y
cómo el proceso había sido manipulado por los intereses velados de la industria
y del sector militar en detrimento de una adecuada protección de la salud
pública. Su tesis está disponible en:
También ha
publicado dos comunicaciones sobre cuestiones relacionadas con teléfonos
móviles e inalámbricos.
Ha asistido a
una conferencia internacional sobre efectos biológicos de los teléfonos
móviles, en Moscú, Rusia.
También ha
escrito un análisis de los problemas relativos a la investigación realizada en
Australia sobre cuestiones de salud y móviles:
Actualmente, es
miembro del comite de consulta sobre definición de estándares de potencia de
frecuencia, grupo establecido por la Agencia de Seguridad Nuclear de Protección
sobre Radiación de Australia (ARPANSA). También, es miembro del Colegio
Australiano de Medicina Nutricional y Ambiental (ACNEM) donde ofrece charlas y
presentaciones sobre salud y seguridad electromagnética en seminarios médicos
prácticos.
[1] V. Khurama, C. Teo, R. Bittar, ‘Health
risks of cell phone technology’, Letter to the Editor, Surgical
Neurology , http://www.brain-surgery.net.au/Publication_PDFs/SurgNeurLett.pdf
http://sixtyminutes.ninemsn.com.au/article.aspx?id=797215
[3] V. Khurana, C. Teo, M. Kundi, L. Hardell,
‘Cell phones and brain tumors: a review including the long-term
epidemiologic data’, Surgical Neurology , Vol. 72, No. 3, pp. 205-214,
Sept. 2009.
[4] MTA media release, Children’s mobile
claims run counter to weight of scientific experts, undated,
http://www.amta.org.au/articles/amta/Childrens.mobile.claims.run.counter.to.weight.of.scientific.experts_9817
[5] Univ. of Wollongong, OUW leads new
researchcentre targeting phone health concerns, Aug. 6, 2012,
http://media.uow.edu.au/news/UOW130536.html
[7] Slesin, L., Italian Supreme Court
Affirms Tumor Risk from Long-Term Use of a Cell Phone, Microwave
News, October 23, 2012, http://microwavenews.com/news-center/italian-supreme-court-affirms-tumor-risk
[8] AAP letter to Congressman D. Kucinich,
Dec. 12, 2012, http://www.opednews.com/articles/American-
Academy-of- Pediat-by-Dennis-Kucinich-121213-724.html
http://www.saudigazette.com.sa/index.cfm?method=home.regcon&contentid=20121227147265
http://www.prlog.org/12052898-cell-phone-radiation-safety-limits-are-not-adequate-to-protect-publichealth.
html
[11] Bioinitiative Working Group,
Bioinitiative 2012 Report Issues New Warnings on Wireless and EMF, Jan
7, 2013, http://www.businesswire.com/news/home/20130103006502/en/BioInitiative-2012-Report-Issues-
Warnings-Wireless-EMF
http://www.prlog.org/12065677
[13] AMTA, Smartphones are a dominant
technology in the lives of Australians, http://www.amta.org.au/articles/Smartphones.are.a.dominant.technology.in.the.lives.of.Australians
[14] http://techland.time.com/2011/06/01/smartphone-radiation-the-10-highest-and-10-lowest-emitters/4/
[16] Maisch, D., Medical warnings needed on
DECT cordless phone use, J. Aust. Coll. Nutr. & Env. Med . Vol. 25 No. 2
Aug. 2006, http://www.emfacts.com/download/dect.pdf
[17] Los usuarios preocupados por los posibles efectos sobre la salud
pueden minimizar su exposición a emisión de RF: limitando la duración de las
llamadas, llamando dónde la recepción es buena, utilizando el dispositivo de
manos libres o el altavoz, o por medio de mensajes de texto. Dada la falta de
datos relativos a uso prolongado de móvil y niños, y la larga vida potencial de
estos, ARPANSA recomienda que los padres consigan que los niños limiten su exposición
limitando el tiempo de llamada, haciendo llamadas donde la conexión sea buena y
utlizando el manos libres, el altavoz o por medio de mensajes de texto.
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